Son muchas las voces discrepantes respecto a si la Navidad es la mejor o la peor época del año. Tengo algunas teorías al respecto de los motivos por los que existen seguidores acérrimos y detractores a ultranza de esta festividad que, aunque de origen religioso, actualmente es irrefutable que forma parte de la cultura y costumbres de nuestro país (para agnósticos, ateos o amantes del niño Jesús)
Cuando empezamos a ver los lineales del supermercado con polvorones y
turrones ya desde Noviembre (un día de estos nos cogen corriendo en San
Fermines, Estafeta arriba, y gritando 'Pamplona!' con los polvorones en la
boca), las calles iluminadas, villancicos por todas partes y un sin fin de motivos
navideños abrazando nuestra vida, lo queramos o no, es cuando sabemos que
la tan amada o detestada Navidad está al caer.
1. ALGUNOS MOTIVOS POR LOS QUE SE ODIA LA NAVIDAD
- Hipocresía social: Te preguntas porqué ese compañero de
la oficina que es gilipollas perdido, de repente te baila el agua o está
que no mea hablándote del ciego que os vais a coger juntos en la cena
de empresa (nota: hay mucho gilipollas solitario en el mundo; me pregunto
por qué será…) También son momentos en los que las reuniones familiares se
han convertido en una tradición. Ergo: si no vas, eres un chungo que se
inventa excusas, y si vas, la probabilidad de que tu cuñado te esté
calentando la oreja toda la noche es muy elevada o de que la tía Toñi te
recuerde cuán flac@/gord@ que estás. Y no, no se olvidará este año tampoco
de recordarte por quincuagésima vez que su amiga Rosi tiene un hij@
solter@ de tu misma edad que te quiere presentar… (Gracias tía Toñi…
-yo también te quiero-)
- Consumismo y cargos de conciencia materialista: El consumo en estas fechas es desorbitado, aunque
ya lo fue más. A veces veo gente que le supone no sólo una carga económica
regalar en Navidad sino que también sienten la obligación de hacerlo por
saberse que el otro le va a regalar también ¡Esto es terrible! Se
convierte en algo no deseado, como ir al dentista. Si hay un motivo por el
que desees regalar y puedas, y sobre todo te haga feliz hacer a otro feliz
con ello, fantástico, porque habrá un motivo personal e
intransferible que justifique esa compra. De lo contrario, estarás
dejando que la red del consumismo y el marketing te hipnoticen y te fuerce
a gastar esos dineritos que con tanto trabajo y esfuerzo
vital te has ganado. Pero tengo buenas noticias, hay vida más allá de las
superficies comerciales. Os invito a que probéis a hacer un regalo DIY (Do
It Yourself) o algo que podáis componer vosotros con vuestro tiempo. Hacer
un recopilatorio de fotos en blanco y negro de la niñez de tus padres o un
árbol genealógico, hacerle a tu hermana unas manoplas con ese suéter que le estropeaste y tanto le gustaba,
hacer algo con la rueda de aquella bici con la que tú y tu hermano vivisteis
aventuras de pequeños, darle nueva vida a aquella maleta vieja de tus abuelos o a esa
lámpara de araña un tanto feúna con mucho valor
sentimental, hacer un colgador con las llaves de los
apartamentos donde viviste con tu pareja… Métete en Pinterest y pon DIY+la palabra (en inglés te
saldrán mas resultados) Os sorprenderá y conmoverá la cara de vuestros seres queridos. Yo lo llevo haciendo unos años y nunca les había visto esos ojos de emoción por nada que saliera de una tienda. En ese momento sabes que has hecho un regalo de los que no se olvidan y no uno parido por la obsolescencia programada.
"La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión." (Buda)
- Lastima por los pobres –pero sólo en Navidad, en verano
que les f... un pez espada- En estas fechas el consumo de algunas
familias se dispara mayormente por la compra de elementos que no son
de primera necesidad (ni de segunda) como perfumes de 90€, teléfonos de
600€ que te hacen el desayuno y te lo llevan a la cama, deportivas que te
hacen jugar al futbol como Mesi o joyería que te pones sólo cuando
tienes una boda -una vez cada lustro…-. Esto recae sobre la conciencia
cuando al pasar por la calle con todas esas bolsas cargadas de ‘humo
marketiniano’ ves a una persona con un cartón en el suelo, sin abrigo, y
piensas que hasta tu perro tiene una manta; o ves en los informativos a
las decenas de niños inocentes y ensangrentados que mueren en Siria a
diario por los bombardeados del E.I. o la Coalición Internacional y de
repente todo el mundo quiere ayudar en un banco de alimentos o donar a una
ONG. Pero ya a partir de Enero que el cupo de refugiados lo cumpla Rita
la cantaora y los civiles sirios se busquen la vida con las
devoluciones de Erdogan. Todo esto lo crea la falta de perspectiva y
sensatez en nuestro consumo condimentado con una pizca de cinismo en el
reparto de recursos y salpimentado con un efecto avestruz bestial
que nos ayuda a vivir todo el año bajo la protección de "hacer lo que
hacen todos". Y aquí me viene que ni pintada una de esas frases que
tu madre -con mucho tino- te habrá dicho alguna vez: "Y si Pablito se
tira por la ventana, ¿tú también te tiras?" Ahí lo dejo.
- Ausencia de los que no están o nostalgia
de un pasado mejor: Ese
momento en el que te enfrentas a esas primeras navidades con una silla
vacía es desolador. Pero si lo piensas, esa persona que te quería
deseaba que vivieras la vida feliz ¡y no triste! Así que sonríe en su
honor o recuerda los chistes que contabais juntos. Y si esa persona ya no
está porque no te quiere o se ha ido con otr@, pues ¡que le den a la
tristura mi niñ@! Hay unas frases
de Siddhārtha que
dicen:
·
Si tiene solución, ¿por qué te
afliges?;
·
Si no la tiene, ¿por qué te
afliges?
·
El dolor es inevitable, el
sufrimiento es opcional
- Infelicidad personal o momento
de hacer balance: Coincide con el ultimo mes del año, momento
en el que todos, de modo más o menos consciente, hacemos balance de lo
ocurrido. Aflora el juez que todos llevamos dentro y a veces, somos
demasiado exigentes con nosotros mismos valorando nuestros logros o
metas personales como improductivas o insatisfactorias. Idea
peregrina: cuando algún compañero de trabajo o familiar te empiece a
hablar de lo bien que le ha ido este año, el cochazo que se acaba de
comprar y lo mucho que le gusta su trabajo, (1º de nada ignóralo o empieza
a correr como si te persiguiera un enjambre de avispas) 2º pregúntale
cuándo fue la última vez que durmió tranquilo por la noche o la última vez
que hizo algo inspirador que no se comprase con dinero. Mi teoría sobre
este tipo de personas no está dentro de lo políticamente correcto así que
hasta aquí mi análisis de hoy ;)
Estos son algunos de los motivos por los que puede haber personas que
odien la Navidad. No los juzgues, seguro que tienen motivos muy humanos por los
que no la disfrutan. Pero sin duda alguna también hay una lista importante de
otros tantos motivos por los que se puede amar este periodo del año y
estaré encantada de relatároslo en el siguiente post. Os podéis
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2. ALGUNOS MOTIVOS POR LOS QUE AMAR LA NAVIDAD
(Comming soon!)...
MissLdeB
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