Ir al contenido principal

New!

Instrucciones para encender una cocina de leña: haciendo fuego a la antigua usanza

Bienvenidxs a nuestro blog ' rural life ' donde nos gusta descubrir las maneras más eco-vintag e de vivir en armonía con nosotros mismxs y nuestro entorno.  En las últimas semanas ha llegado a nuestros oídos una alarmante noticia, el 80% de los jóvenes no saben encender  fuego de manera tradicional y el 90% de los que lo han intentado han terminado con niveles muy elevados de cortisol abandonando en su tentativa. ¿Qué nos está pasando? Hemos de reconocer que muchos avances tecnológicos han facilitado sin duda nuestras vidas (o sea, las chimeneas eléctricas, estufas de pellets,...)  pero son demasiados los jóvenes que nunca han visto una cocina de leña y muchos menos los que hemos probado a alimentar a una Lacunza cuan dragón medieval con madera natural y un fósforo ¡muy crazy ! Es por ello que nos ha parecido top compartir con vosotrxs unas instrucciones básicas para que cualquiera pueda probar  los beneficios de hacer fuego a la antigua usanza, el último grito entre nuestra

Treintañeras libres, no estáis solas. ¡Quememos las check-lists!

No, no eres un bicho raro (o tal vez sí pero en todo el buen sentido de la palabra). Te preguntas aquello de ¿por qué no hay más treitañeras como yo a mi alrededor? La respuesta es que la gente que te rodea ha elegido unas prioridades diferentes, ni mejores ni peores, sólo diferentes. Y las tuyas no son incorrectas. No hay prioridades incorrectas (entiéndanse prioridades de cerebros equilibrados; matar a un perro, incendiar un bosque o quemar el coche de tu jefe, es incorrecto)  Es decir, que todas tus amigas estén casadas, felices y con hijos no implica necesariamente que eso te vaya a hacer feliz a tí.


Te pongo un ejemplo abstracto: Cuando trabajaba en Finlandia me gustaba hacer tortilla española para mi multicultural e intercontinental grupo de amigos. Yo hacía la tortilla exactamente igual que en España, pero nunca me sabía como en casa. La receta era la misma, los ingredientes y las cantidades exactamente iguales pero el resultado era diferente. Te preguntarás por qué. Pues es tan sencillo como que aún siendo los huevos, huevos, y las patatas, patas, resulta que eran diferentes, sabían diferente. No esperes aplicar la genérica "receta de la felicidad" y lograr el resultado que otros consiguieron, porque tú no eres genérico, tú eres ese ingrediente diferenciador. Haz la tortilla con tu toque especial.


Los cánones o patrones de la sociedad han cambiado porque nuestra contemporaneidad ha cambiado también. El brutal cambio en la situación socio-económica de la última década, los cambios políticos que formarán parte de los libros de historia de las siguientes generaciones, la integración de las nuevas tecnologías como base de nuestra comunicación, forma de pensar, ligar,... Ya no podemos pretender seguir usando recetas antiguas para cuestiones modernas, ya no hay una correlación entre ambas. Las premisas de antes carecen de una verdad lógica ahora. Es decir, que tu madre estuviese felizmente casada y con hijos a los 30 ya no aplica a nuestra generación. Bien por nuestras madres, pero ni hoy es ayer, ni tú eres ella.

1.- No eres la única. No estás sola. La década de los treinta son esos años en los que, si escuchas bien a tu cuerpo y te das un poco de tregua, comenzarás a conocerte a tí misma mejor que nunca. A saber lo que te gusta de verdad -no lo que siempre creiste que te gustaba-, lo que te apasiona, lo que quieres en tu vida y lo que no quieres. Comienza a buscar la felicidad de dentro hacia afuera, y no al revés, eso era más de la década de los veinte... ¿no?


2.- No tienes por qué tener pareja. Te diré lo mismo que le dije ayer a una amiga italiana de 35 años que cree no estar enamorada de su pareja: Si es tu cabeza quien te recita como un mantra las cualidades objetivas de tu chico autoconvenciéndote a seguir con él pero hay algo en tu cuerpo que te grita desde la piel 'esto no es lo que quiero', o 'no soy feliz con esta persona', lánzate a descubrir lo que quiere tu piel. Es sabia, y nunca la escuchamos. Y si puede ser, no veas 'Sex and the City'... (con todo el respeto a las seguidoras del serial) Los mensajes de correlación entre pareja y éxito o treintañeras/cuarentonas solteras como conjunto minoritario de mujeres extravagantes, penetra en el subconsciente de cualquiera. 



3.No tienes por qué querer ser madre. Cuantas veces escucho aquello de "No se si quiero pero, ¿y si se me pasa el arroz?" Si aquí y ahora no quieres ser madre por voluntad propia o porque simplemente no te lo has planteado por circunstancias de la vida, tal vez sea justamente eso lo que necesitas en este momento. No podemos vivir mirando constantemente y de reojo la espada de Damocles pender de un hilo sobre nosotras mientras sumamos años. Yo tengo 32, no se si quiero ser madre, pero si algún día se me cruzase ese cable, al menos sabré perfectamente qué tipo de madre no querría ser (...) porque aunque hay un común denominador para todas las madres, no todas las madres son robots aburridos y monotemáticos que bombardean de fotos de bebés su Instagram. 



¿No te dan miedo estas personas? A mi terror... es como ver la versión secta de La Tribu de los de Brady con un remake de Dr. Jekyll y Mr. Hyde en agrupación femenina...

4.- No tienes por qué tener un trabajo "estable". ¿Qué diablos significa eso ya en cualquier caso? Atarte a una hipoteca, procrear como objetivo vital, adoptar un perro y ¿esperar a retirarte? Si no es así, y quieres cambiar de trabajo porque el que tienes te hace sentir como Chaplin en Tiempos Modernos, cambia. Cada decisión que tomamos nos acerca más a nosotr@s mism@s. Si eres de las que parchea como puede trabajo precario tras trabajo precario como yo, aprovecha al 100% tu tiempo libre para invertir en tí; para definir hacia donde quieres caminar y qué tipo de persona quieres ser. Tu trabajo no te define, tú defines tu trabajo y lo que haces. Lee, pinta, ve a exposiciones gratuitas, escucha música, ayuda en una ONG, camina por la montaña, habla con tus amig@s. Haz todo lo que siempre quieres hacer cuando no tienes tiempo y siéntete agradecida de poder hacerlo.

5.Cumple tus sueños, no los de tus padres/amigos/rebaño social. "Deseo cosas que la gente de mi edad dejó de desear hace años". Error. No podemos medirnos por lo que hacen nuestras amistades o circulo de iguales. Destierra esa barra de medir que te compara con los demás como si ser diferente a ellos, desear diferente, pensar y sentir diferente fuera un defecto -porque en realidad es una inmensa virtud. Quieres viajar, viaja. Quieres tatuarte, tatúate. Quieres probar puenting, lánzate. Quieres montar un negocio, hazlo. Quieres aprender a dibujar, dibuja. Crea tu propio camino con tus pasos,  con tu salero, verás como cuando las decisiones -incluso las más pequeñas- las tomamos de un modo más consciente y respetando nuestros deseos, de repente el camino parece más verde, más fresco y más divertido de caminar.


6.- No eres una bala perdida. Eres un pájaro libre, aprovecha el vuelo mientras dure, porque cuando ya no puedas volar, echarás de menos esa sensación y desearás volver el tiempo atrás y por desgracia no podemos. El único momento real y existente es el hoy, el ahora. Vivámoslo. 

Esas listas infinitas de MUST DO BEFORE 30/40, están obsoletas, caducas y saben a rancio. Somos libres de realmente hacer con nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestro tiempo lo que nos venga en gana. ¡Llevémoslo a la práctica! ¿Da miedo? Sí, pero el miedo es simplemente un herramienta natural del ser humano que nos pone alerta cuando nos enfrentamos a un reto en la vida, o a algo más grande que nosotros, ¿no crees? Retémonos. Arriesguémonos. Evolucionemos. Crezcamos. No estás sola. Como dijo María Zambrano, "prefiero una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila"
Os dejo aquí una bella canción que llevo por bandera, espero que os guste.










Comentarios

Publicar un comentario